martes, 26 de noviembre de 2019

Un desafío a la fe (parte dos) #Día 330

Oyó Jesús que le habían expulsado; y hallándole, le dijo: ¿Crees tú en el Hijo de Dios?
 Juan 9:35

Perderás amigos por Cristo.
Oportunidades te serán negadas por el testimonio fiel de tu fe.
Te mirarán como un extraño porque no participas de oscuras maniobras reñidas con la gracia y la paz.
Ha sido.
Será.

El joven –ahora vidente- fue expulsado de su comunidad solamente por disentir en opiniones teológicas.
Solo el que ha sido ciego puede apreciar cabalmente la luz en todo su esplendor.
La luz que descubre atardeceres  impetuosos, colores insólitos, paisajes que darán placer a la retina.
¿Cómo no creer en quién ha salvado tu vida?
¿Cómo no inclinarse ante el que te da salud?
¿Cómo no venerar el que te alimenta cada día?
¿Cómo no dar gracias por la fuerza que hace correr la sangre por las venas?
Dirán es casualidad.
Dirán es evolución.
Se dicen tantas cosas.

¿Crees tú en el Hijo de Dios?
La delgada línea de la fe puede ser indestructible si tienes el nombre correcto para adorar; si el Cristo te ha mirado, no le vuelvas jamás la espalda.
La vida en Cristo es la única digna de vivirse.


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