De cierto, de cierto te digo: No cantará el gallo, sin que me hayas negado tres veces.
Juan 13:38
Uno de los mejores ejercicios personales es auto-observarnos cuando tenemos que mantener la palabra empeñada.
¡Ah, cuántas guerras se hubieran evitado!
¡Cuántos matrimonios no se hubieran roto!
¡Cuántas leyes serían innecesarias!
Con el solo y simple (¿simple?) acto de sostener la palabra de honor.
Vaya, sí, Cristo nos conoce hasta la médula.
Sabe que somos de barro.
Y sabiéndolo nos da oportunidades, una tras otra.
Mientras más años vives podrás comprobar que Dios va renovando sus misericordias.
Me conmueve ver cristianos (y a veces no cristianos) que aun a costa de perder rango, bienes o dignidad, cuidan su palabra, cancelan sus deudas y protegen los principios evangélicos.
Sin duda no es asunto menor o de poca importancia.
Eso no contradice este breve sermón para el apóstol Pedro (y de pasada a nosotros) ¿tú vida pondrás por mí?
—¿De veras estás dispuesto a dar tu vida por mí?
Jesús le dijo: — ¿De modo que estás dispuesto a dar tu vida por mí?
Jesús le contestó: —¿En verdad estás dispuesto a morir por mí?
Tal vez -como un amigo me objeta, "no podemos ser tan rígidos", y "hay variables, impredecibles, circunstancias".
De acuerdo. Todos alguna vez hemos tenido esos "lapsus linguae" , sin embargo, tal vez sería de sabios considerar lo que el Señor nos aconseja:
"Baste con decir claramente “sí” o “no”. Pues lo que se aparta de esto, es malo". (Mateo 5:36)
Que haya paz en tu alma.
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Este pasado 7 de diciembre ha partido a la presencia del Señor nuestro apreciado ministro, evangelista y misionero en África, Pr. Reinhard Bonnke.
Honro y doy gracias a Dios por su vida, sus libros y su ejemplo de fe.
Su biografía:
https://new.cfan.org/reinhard-bonnke?language=es&office=us
Puedes leer su libro "Evangelismo con fuego" aquí:
https://tiempodeavivamiento.files.wordpress.com/2016/05/evangelismo-con-fuego.pdf