domingo, 29 de diciembre de 2019

¿No hizo mi mano todas estas cosas? (Parte 1) #Día 363

¿No hizo mi mano todas estas cosas? 
Hechos 7:50

Dos visiones para un solo mundo. La fe y la ciencia.
Sin embargo hay que tener fe para creer en la ciencia pues sus propuestas van cambiando a medida que se descubre el universo.
Leyes físicas que en el siglo pasado se defendían con pasión hoy están quedando superadas por otras teorías.
A pesar de los avances realizados la comprensión que tenemos de el universo todavía guarda grandes misterios.
No hay una teoría definitiva sobre qué había antes del Big Bang o esa gran explosión que dio origen a los planetas y cómo se generó nuestra humanidad;  desconocemos cómo y de dónde surgió la primera energía creadora e ignoramos el proceso de formación de las estrellas.
Se ha tratado de ridiculizar la fe en un Creador en aras de explicaciones científicas, sin embargo el hombre sigue con los mismos problemas de convivencia, angustia, temores y preguntando por su propósito  al igual que en la lejana prehistoria.
Saber más no significa que el alma humana tenga resuelta su vida eterna.
Dios no está en guerra con los teóricos e intelectuales, en última instancia siempre llegas a un punto de incógnitas donde actúa la fe.
" Desde que el mundo fue creado, la humanidad ha contemplado toda la creación que le muestra el eterno poder de Dios y el hecho de que él es verdaderamente Dios. Así, lo invisible de Dios se deja ver por medio de la creación visible, por lo que nadie podrá excusarse diciendo que no sabía si Dios existía o no. " (Romanos 1:20)
Explicarnos el mundo y comprenderlo nos acerca más a la fe en Dios y en su obra creadora.


Poema memorable: 
Nada es lo mismo
                                                                 La lágrima fue dicha...
Olvidemos
el llanto
y empecemos de nuevo,
con paciencia,
observando a las cosas
hasta hallar la menuda diferencia
que las separa
de su entidad de ayer
y que define
el transcurso del tiempo y su eficacia.

¿A qué llorar por el caído
fruto,
por el fracaso
de ese deseo hondo,
compacto como un grano de simiente?

No es bueno repetir lo que está dicho.
Después de haber hablado,
de haber vertido lágrimas,
silencio y sonreíd:

Nada es lo mismo.
Habrá palabras nuevas para la nueva historia
y es preciso encontrarlas antes de que sea tarde.



Ángel González
http://amediavoz.com/gonzalez.htm#%C3%9Altima%20gracia
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(Dedicado con afecto a C.)



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