Juan 8:10 (parte dos)
Buscaron en dormitorios, moteles, casas, en cualquier lugar, alertas a encontrar una pareja infraganti acto de adulterio.
Es muy humano “ir por lana y salir trasquilados”.
El plan original de los acusadores era hundir al Señor Jesús, llevarlo al límite de la ley para tener pruebas a las que asirse cuando le llevaran a juicio.
Pobres sueños truncados de pequeñas mentes cazadoras de pecados ajenos.
Proyecto fallido.
Nada es como parece y de pronto se encuentran enfrentados a su conciencia; una pizca de dignidad los hace retirarse.
No sospechaban lo que el Señor Jesucristo había decidido: “…yo doy mi vida para tomarla de nuevo. Nadie me la quita, sino que yo la doy de mi propia voluntad. Tengo autoridad para darla, y tengo autoridad para tomarla de nuevo.”(Juan 10:17-18)
Y ahí está la mujer, esperando sin rebelarse a su destino.
No es menor que decreten tu muerte a pedradas.
Ve salir uno a uno a sus querellantes y se enciende en su interior una luz de esperanza.
Una amiga me preguntó ¿y el hombre adúltero?
Nada se dice, tal vez fue rápido en la huida, tal vez... La ley alcanzaba a ambos (Levítico 20:10); lapidar está aún en algunos Códigos legales de Oriente Medio.
https://elpais.com/sociedad/2019/04/03/actualidad/1554284355_385703.html
Dios aplica su propio código penal, la absolución, "Ni yo te condeno; vete, y no peques más."
En esa sola frase se resume el amor, la gracia, la bondad, la misericordia, el perdón de Dios para la humanidad.
Incluso en la cruz, el Señor Jesús pronunció las palabras: “Padre, perdónalos; porque no saben lo que están haciendo” (Lucas 23:34). Ese es el lenguaje de la generosidad, del amor en acción. Le pide al Padre que pase por alto la ignorancia de sus asesinos.
Nos mira y nos dice “yo no te condeno, vete en paz.”
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La foto del día:
El benéfico tilo se abre paso en la ciudad a pesar de la sequía de esta primavera, foto editora, noviembre 2019.
Beneficios del tilo: https://resumen.cl/articulos/el-tilo
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