Juan 8:46
Se piensa que la verdad es una cuestión de opinión, teorías más o teorías menos, una interpretación de la realidad y una materia que se puede relativizar.
Cuando El Señor dialoga con Pilato le explica claramente: “Tú dices que yo soy rey. Yo para esto he nacido, y para esto he venido al mundo, para dar testimonio a la verdad. Todo aquel que es de la verdad, oye mi voz.”
(Juan 18:37)
Es interesante que la Verdad estaba delante de los ojos de Pilato y no pudo ver más allá de sus intereses temporales que le obligaron a cometer una injusticia basado en mentiras flagrantes.
Y el proverbista nos anima: “Adquiere la verdad y nunca la vendas; consigue también sabiduría, disciplina y buen juicio.”
(Proverbios 3:23)
Si la verdad se inicia en el pensamiento humano, sin duda será cultural, contingente y temporal.
Toda la verdad se inicia en Dios y desde su perspectiva podemos comprender la realidad y tener certezas eternas.
Atrevámonos a preguntar ¿qué piensa Dios de esto? ¿Qué piensa de esto otro?
Se nos ha provisto la mayor riqueza que una persona podría desear, está ahí, al alcance de nuestra mano, leer, oír la Palabra de Dios nos direcciona y nos da gozo y fe para vivir.
La foto del día:
El mar muestra su grandeza. Costa Menorca, noviembre 2019.
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