Lucas 17:7
En círculos evangélicos se dice con un tono de ironía “el que no sirve, no sirve”.
Porque si en esencia la vida del Maestro fue eso, una vida de servicio y entrega, se espera que sus seguidores lo imiten.
Los tres años y medio de actividad pública del Señor Jesucristo fueron de continuo atareados. Si nos detenemos a leer con tranquilidad los evangelios podemos ver:
“Abriendo su boca les enseñaba…”
“Jesús extendió la mano y le tocó…”
“Jesús le dijo: Yo iré y le sanaré”.
“le siguieron grandes multitudes y los sanó”
“…tomando los siete panes, habiendo dado gracias, los partió y dio a sus discípulos…”
“Y comieron y se saciaron…”
“Eran los que comieron como 4.000.”
“Y los envió para predicar el reino de Dios y para sanar enfermos”
“Y sanó a todos”.
De esta breve lectura se puede deducir que toda la vida de nuestro Señor fue un servicio, en todo tiempo, y con la entrega de un verdadero servidor.
Somos de ese linaje, "seguidores de Dios como hijos amados" (Efesios 5:1).
Que la oportunidad no se malogre.
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Ilustración: Detalle de la pintura
"Jesús lava los pies de Pedro" de Ford Madox Brown
http://masdearte.com/especiales/ford-madox-brown-el-prerrafaelita-cotidiano/
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Y una antigua canción remozada, Tu existes.
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