martes, 4 de junio de 2019

La fe positiva #Día 155

#Día 155
"Y llegado a la casa, vinieron a él los ciegos; y Jesús les dijo: ¿Creéis que puedo hacer esto? Ellos dijeron: Sí, Señor."

Los evangélicos le tomamos cierta distancia a eso de "una fe positiva" por temor a ser encasillados con los predicadores internacionales que han desarrollado tendencias como la confesión de fe, la palabra rhema o la teología de la prosperidad.
Y tratando de preservar lo que se ha dado por llamar “la sana doctrina” se proscriben palabras o se dicen en sordina para que no vayan a ofender algunos oídos exégetas.

 Es que la línea de la fe no es estática y menos cuando 8 mil millones de personas podríamos interpretar un mismo suceso y llegar a conclusiones opuestas, aun viendo el contexto o el panorama total.
Los religiosos de esos años dijeron de Jesús, “demonio tiene”.
 Es mi oración que por el desarrollo de una meticulosidad extrema  no se me encuentre contendiendo contra el Espíritu más que contendiendo por la fe.

 Aquí vemos a Jesús en un diálogo conciso y sorprendente (por decirlo así) y más sorprendente es lo que pregunta y su resultado.

 27 "Mientras Jesús pasaba de allí, lo siguieron dos ciegos clamando a gritos y diciendo: 
—¡Ten misericordia de nosotros, hijo de David! 
28 Cuando él llegó a la casa, los ciegos vinieron a él. 
Y Jesús les dijo: 
—¿Creen que puedo hacer esto? 
Ellos dijeron: 
—Sí, Señor. 
29 Entonces les tocó los ojos diciendo: 
—Conforme a la fe de ustedes les sea hecho. 
30 Y los ojos de ellos fueron abiertos."
Mateo 9:27-30

Dadas las cifras que hay en el mundo de personas que sufren esta discapacidad, tal vez sería más productivo dejar las discusiones semánticas y atrevernos a rogar con fe al Señor que el ciego que te toque vuelva a ver.


Datos sobre discapacidad visual y ceguera en el mundo.
 https://www.who.int/mediacentre/news/releases/2003/pr73/es/





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