jueves, 23 de mayo de 2019

Las hojas de este otoño, #Día 143

Y si Dios viste así la hierba del campo, que hoy es y mañana es echada al horno, ¿no hará mucho más por vosotros, hombres de poca fe? 
Mateo 6:30 (La Biblia de las Américas )

En estos días de otoño es muy agradable contemplar los frondosos árboles, cómo el verde de sus hojas va mutando poco a poco a diversas tonalidades de café y amarillo, formando un paisaje diverso y hermoso.
El otro día, no pude abstenerme de tomar una  hoja que cayó al suelo y contemplarla por largos minutos en mi mano….
La perfección de su estructura, su utilidad, sus vetas, su color….
Una maravilla de Dios.
Pero, a pesar de su hermosura, su vida es tan frágil y corta.
“Hojas:
Las hojas son parte de la copa de un árbol.
Son la parte del árbol que convierte la energía en alimento (azúcar).
Las hojas son las fábricas de alimentos de un árbol.
Ellas contienen una sustancia muy especial llamada clorofila – esta clorofila le da a las hojas su color verde. La clorofila es una biomolécula extremadamente importante, la cual se usa en la fotosíntesis – las hojas usan la energía del sol para convertir el dióxido de carbono de la atmósfera y el agua de la tierra en azúcar y oxígeno.
El azúcar es el alimento del árbol y se usa o se almacena en las ramas, el tronco y las raíces. El oxígeno se libera nuevamente a la atmósfera.
Ramas:
Las ramas proporcionan el soporte para distribuir las hojas eficientemente de acuerdo con el tipo de árbol y el ambiente. También sirven como conductos para el agua y los nutrientes y para el almacenamiento de azúcar extra. (*)”
La Palabra de Dios nos dice que Dios viste a la hierba del campo, y se preocupa de ella, a pesar de ser un elemento tan perenne y, para algunos, insignificante. Y contrasta nuestra realidad con esto, si Dios se preocupa de la hierba, ¿cuánto más se ocupa de nosotros? El gran desafío del ser humano es aprender a confiar.
 A las personas les gusta tener el control de todo, tener plena seguridad de todo, saberlo todo, pero es necesario asumir que el ser humano es un ser limitado que necesita ayuda. Para Dios somos mucho más valiosos que la hierba del campo, somos sus hijos, fuimos dignos de recibir la mayor muestra de amor, nos dio a su Hijo, nuestro Señor Jesucristo, quien murió en la cruz para para que seamos salvos y parte de su familia. Cada día, Dios se ocupa de nosotros en forma integral, lo que hemos de vestir, lo que necesitamos para comer, pone gente a nuestro alrededor que se relaciona con nosotros, que nos ama, que nos acompaña, se ocupa de nuestros problemas de salud, problemas emocionales, espirituales, financieros, etc. Dios nos da su amor y cuidados benditos siempre.
La pregunta que debemos hacernos este día es ¿confiamos en que Dios hará por nosotros mucho más que lo que hace por la hierba, las aves, las flores,…?
 A Dios le agrada que seamos personas responsables, ocupados de llevar una vida ordenada en todo sentido, el cuidado del cuerpo, las finanzas, etc., pero lo que más le produce alegría, es tener hijos e hijas llenos de fe. Como hijos de Dios, debemos tener la plena confianza que nuestra vida está en Sus manos y, por ende, nuestro primer recurso para vivir bien es Dios. Las decisiones cotidianas son nuestro medidor de fe: Cuando tenemos problemas de dinero: ¿pedimos provisión a Dios o solicitamos un préstamo bancario o a algún familiar o un amigo?
Cuando estamos angustiados porque algo salió mal, ¿nos estresamos, nos quejamos y vamos al psicólogo en busca de alguna respuesta o nos dedicamos a orar y buscar la paz y dirección de Dios? Cuando estamos enfermos, ¿oramos primero a nuestro Padre y pedimos que nos sane? No es incorrecto ir al médico, pero ¿cuál es nuestra primera opción Dios o el médico?
Cuando miramos la ropa de nuestro amigo y la codiciamos, y se la pedimos prestada porque creemos que es más linda que la nuestra, ¿no estamos diciéndole a Dios que lo que él le dio al otro es mejor que lo que nos dio a nosotros? Podríamos seguir esta lista con un montón de otras preguntas, pero siempre llegaremos a lo mismo, la necesidad de examinar nuestra vida, ¿Qué tanto confiamos en Dios? ¿Qué tan grande es nuestra fe?
Dios guarde nuestro corazón cada día.


Texto de hoy: Escritora asociada
Verónica Jeldres

Datos interesantes de los árboles:
(http://www.dltk-inos.com/educacional/ciencia/arboles/index.htm)



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