Mateo 7:3
De niña siempre me pareció divertida esta imagen de una persona con una viga atravesada en su ojo.
Inusual, bastante incómoda y posiblemente una paremia que el Señor usó para llegar a una conclusión práctica.
Se cuenta una historia de una mujer que miraba desde su ventana hacia la casa de su vecina y siempre que esta tendía ropa la encontraba muy percudida y mal lavada; eso era para ella un desagrado.
Lo comentó con su esposo y él no le dio mayor importancia.
Al día siguiente, cuando miró por la ventana, la ropa de su vecina estaba tendida y se veía resplandeciente. Cuando conversó por la noche con su esposo del cambio, este le dijo, “es que esta mañana me levanté temprano y limpié los vidrios de nuestra ventana”. (En esta parte puedes sonreír)
Tenemos esa tendencia de responsabilizar al resto del mundo sin considerarnos a nosotros mismos. Alberto Moravia lo grafica así: “Curiosamente, los votantes no se sienten responsables de los fracasos del gobierno que han elegido con su voto.”
A menuda le llamamos “crítica constructiva” a esos comentarios acerca de las debilidades ajenas.
La esencia de la crítica es un juicio que se formula acerca de algo.
Mi profesora de psicología nos planteaba, "no existe algo como crítica constructiva, simplemente es una crítica y punto"
El Señor Jesucristo nos pide “saca primero la viga de tu propio ojo, y entonces verás bien para sacar la paja del ojo de tu hermano.”
La palabra del día: Paremia
http://enciclopedia.us.es/index.php/Paremia
Una interesante canción de la banda argentina Rescate (versión sinfónica)
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