El que se desvía, ¿no vuelve al camino?
Jeremías 8:4
Una de las sensaciones más desagradables es "perderse", desorientarse sin que se logre saber los puntos cardinales.
El escritor Rafael Alberti lo amplía en su poema La paloma:
"Se equivocó la paloma.
Se equivocaba.
Por ir al Norte, fue al Sur."
Tal vez para remediar ese problema los chinos (¡ah, los chinos, siempre ellos tan sabios!) inventaron un fantástico artilugio, la brújula, aunque se dice que Flavio Gioia la perfeccionó por el siglo XIII.
Para nosotros que vivimos en la zona central de Chile, la Cordillera de los Andes es el referente natural que nos indica el Este y el Oeste.
Desviarse del camino tiene sus razones, a veces sucede a propósito, a veces involuntariamente. Como sea, la persona ha perdido el rumbo y necesita volver a ubicarse, como se decía entre los navegantes, buscar el Norte.
En el caso de esta pregunta, Dios parece estar asombrado de tantas oportunidades que ha tenido el pueblo y no han reaccionado volviendo al camino correcto. Más bien insisten en alejarse perdiendo así toda perspectiva de la realidad.
"Entonces, ¿por qué esta gente continúa en su camino de autodestrucción?
¿Por qué los habitantes rehúsan regresar?
Se aferran a sus mentiras y se niegan a volver." (8:5)
Oro a Dios para que el Señor Jesucristo sea siempre nuestro camino, nuestro referente, nuestra brújula, que sin interrupciones ni desvíos lleguemos al lugar preparado para cada uno, tanto en esta vida como para la venidera.
La nota curiosa: Invención de la brújula
https://www.curiosfera.com/quien-invento-la-brujula-historia/
Una frase: Perder el Norte
https://spaniway.wordpress.com/2013/10/30/frase-perder-el-norte/
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