La negación está de moda.
“La voz negacionismo ha sido incorporada a la vigesimotercera edición del Diccionario académico con el significado de ‘actitud que consiste en la negación de hechos históricos recientes y muy graves que están generalmente aceptados’.”
Pedro –como cualquier negacionista- sabía internamente que estaba mintiendo y mintiéndose.
Porque negar a Cristo es negarse a sí mismo y cada momento vivido en su Presencia.
“¡Yo no conozco a ese hombre! Y al instante un gallo cantó. Y Pedro se acordó de lo que Jesús había dicho: Antes que el gallo cante, me negarás tres veces. Y saliendo fuera, lloró amargamente.”
(Mateo 26:74)
Como si volviera de una larga pesadilla, la sonora voz del gallo lo sacó de ese estado y “se acordó”.
Llorar es el primer paso.
Volver a retomar el camino de Cristo es el siguiente.
Buscar, buscar, buscar hasta ser lleno del Espíritu de Dios.
¿Recuerdas la gloria de aquel día delante de Dios?
¿Recuerdas cómo se inició el penoso camino hacia la lejanía?
Una duda.
Un estado extraño nos circunda, como una niebla que avanza lenta pero persistente. Nos envuelve ¿será verdad? Poco a poquito nos olvidamos de Su amor, sus mil cuidados, su Gracia inmerecida y no, no sé de qué me hablas, yo no estuve allí, no le conozco.
Una música nos despierta del letargo. Una voz.
El grito de Dios en un gallo, en las notas, en las palabras. Lloramos y hay esperanza.
Nunca deja de existir la esperanza.
Ilustración:
La negación de Pedro (1610), Caravaggio
La historia del apóstol Pedro aquí:
https://www.biblegateway.com/passage/?search=Juan+18%3A15-26&version=NTV
La foto del día:
Esperando locomoción, Santiago, Chile, diciembre 2019
(Foto editor)
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