"Mirad las aves del cielo, que no siembran, ni siegan, ni recogen en graneros; y vuestro Padre celestial las alimenta. ¿No valéis vosotros mucho más que ellas?"
Mateo 6:26
Siempre me ha gustado cómo Jesús nos enseña a vivir en el reino de Dios.
Es interesante notar que todo lo que las aves no hacen, nosotros los seres humanos sí lo hacemos.
Trabajamos (sembramos).
Nos alegramos del fruto de ese trabajo (segamos) y de ese mismo fruto guardamos en nuestro graneros (ahorramos).
Y Dios se agrada de eso, es más, él bendice la obra de nuestras manos y espera que seamos buenos administradores de sus bendiciones, pero él también espera que confiemos en su cuidado.
Él sabe lo que necesitamos, lo que nos hace falta y lo que anhelamos y en todas ellas él espera que tengamos la certeza que a su debido tiempo (temporada) lo recibiremos de su mano.
El llamado de Dios no es un llamado a la pereza; no es un llamado a vivir como los pajaritos, sino una vida de fe y generosidad.
Si para Dios valemos mucho más que las aves, él también espera que entre nosotros también nos valoremos.
Si pertenecemos al reino de Dios vivamos justicia.
No acumulemos y afanemos en tener más, sino confiemos en su cuidado y cuidemos a aquellos que también son parte de la familia y reino de Dios.
Texto de hoy. Escritor asociado
Cristian Santos
Aves de Chile:
https://www.gochile.cl/es/flora-fauna/aves.htm
La importancia de las aves:
https://www.greenplanetshop.com/blog/la-importancia-de-las-aves-en-el-medio-ambiente/
Una canción:
Si el cuida de las aves, cuidará también de mí.
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