martes, 14 de mayo de 2019

La rutina religiosa #Día 134.

#Día 134  ¿Aceptaré yo eso de vuestra mano? 
Malaquías 1:13

Hay un enorme peligro, una verdadera amenaza a la fe;  cualquiera que haya pasado por ese camino de sincera devoción concordará que se le debe prestar una atención permanente, una enemiga sutil que teje su red día a día sin que apenas la notemos.

El pueblo de Dios había regresado del exilio, había construido un bello templo, los sacrificios que la ley requería se estaban realizando como se había ordenado.
Todo parecía estar bien.
La rutina –esa enemiga brutal- trae aparejada la mecanización de los rituales, cantar moviendo los labios, ofrendar de lo que sobra, el descuido o la indiferencia al presentarse delante de Dios; sentían (y a veces nosotros también) que la rutina los había atrapado.
Perder la perspectiva.
Perdido el gozo de adorar.
Oraciones  negligentes, una obligación acostumbrada sin poner el corazón en las palabras, había que hacerlo porque esa era la rutina.
Y el Señor Dios pone “los puntos sobre las íes”:
“Habéis además dicho !Oh, qué fastidio es esto! y me despreciáis, dice Jehová de los ejércitos; y trajisteis lo hurtado, o cojo, o enfermo, y presentasteis ofrenda. ¿Aceptaré yo eso de vuestra mano? dice Jehová.”
Un relación monótona y formal es la que nos pone al borde de un despeñadero. El apóstol Pablo nos alerta: "...ocupaos en vuestra salvación con temor y temblor",

¿Estás desmotivado (a)?
¿Deseas volver a agradar a tu Dios?
¿Quieres tener una relación significativa con tu Hacedor?
Aquí el Señor nos provee una inyección de vitaminas poderosas:

"Entonces los que temen al Señor hablaron el uno con el otro, y el Señor los escuchó atentamente. Luego, en su presencia se escribió un libro de actas para los que le temen y piensan en su nombre.  Dijo entonces el Señor: 
«Ellos serán para mí un tesoro muy especial. 
Cuando llegue el día en que yo actúe, los perdonaré, como perdona un padre al hijo que le sirve. Entonces ustedes se volverán a mí, y sabrán distinguir entre los justos y los malvados, entre los que sirven a Dios y los que no le sirven.» 
 (cap´. 3:16-18)



Tips linguisticos:
Poner los puntos sobre las íes
http://www.uni-ball.es/significa-poner-los-puntos-las-ies/


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