¿Se olvidará la mujer de lo que dio a luz, para dejar de compadecerse del hijo de su vientre?
Aunque olvide ella, yo nunca me olvidaré de ti.
Isaías 49:15
“Este vuelo requiere volver... una pasajera olvidó a su bebé en la sala de espera”, explicó el capitán en referencia a la madre saudí que olvidó a su bebé en la sala de espera del aeropuerto.
La noticia fue difundida ampliamente en los noticieros de marzo 2019.
Somos tan humanos que existe esa posibilidad, una mujer olvida al hijo que estuvo por 9 meses en su vientre, ese que tantos dolores y alegrías le dio cuando nació.
Es posible que ella –por razones que desconocemos- tenga esos lapsus amnésico.
Es posible.
Lo que no es posible es que el Señor se olvide de sus criaturas.
Él nos diseñó, nos ha formado, nos dio un carácter y sus cualidades.
Somos hechos a su imagen, moral y espiritual, tenemos su soplo de vida que nos impulsa ¿cómo podría olvidarse de ti?
Jamás.
Nunca.
De ninguna forma, en ningún tiempo.
Comprender eso es maravilloso y escalofriante.
Que el Dios magnífico, eterno y omnipotente recuerde una persona casi invisible como yo, es más de lo que pudiera concebir en mis extravagantes razonamientos.
“…nunca me olvidaré de ti.”
¿No te parece una afirmación deslumbrante?
Es reconfortante pensarlo y comprenderlo.
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