jueves, 3 de enero de 2019

# Día 3: ¿Has comido del árbol de que yo te mandé no comieses?

“Al comer el fruto prohibido, hemos ofendido a un Dios grande y lleno de gracia, roto una ley justa...y perjudicado nuestras propias almas preciosas perdiendo el favor de Dios y nos expusimos a su ira y maldición…”
(Matthew Henry)

Dios enfrenta el problema de Adán de raíz.

 Es exactamente así hoy.

 Trasgredimos diariamente el mandato santo,  pero en su gran amor, cada día la sangre de Jesucristo está disponible para limpiarnos y presentarnos santos delante de Dios. 1 Juan 1:8-9
Y eso hace la enorme diferencia entre un creyente y uno que no cree.
*Si decimos que no tenemos pecado, nos engañamos a nosotros mismos, y la verdad no está en nosotros. Si confesamos nuestros pecados, él es fiel y justo para perdonar nuestros pecados, y limpiarnos de toda maldad.*



Sangre:
https://www.bibliatodo.com/Diccionario-biblico/sangre




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