martes, 22 de octubre de 2019

Los durmientes no pueden conversar...#Día 295

"...y les dijo: ¿Por qué dormís? Levantaos, y orad para que no entréis en tentación. "
Lucas 22:46

 En cada acción de la vida del Señor Jesús observamos que oró, oraba, se arrodilló, se postró en tierra, clamó, rogó, se apartó para orar.

“Jesús salió y, conforme a su costumbre, se fue al monte de los Olivos. Sus discípulos lo siguieron. Cuando llegó a ese lugar, Jesús les dijo: «Oren para que no caigan en tentación.» Luego, se apartó de ellos a una distancia como de un tiro de piedra, y allí se arrodilló y oró. Cuando Jesús se levantó después de orar, fue a donde estaban sus discípulos, y a causa de la tristeza los halló durmiendo. Les dijo: «¿Por qué duermen? ¡Levántense y oren para que no caigan en tentación!» (Lucas 22) 

Se nos instruye frecuentemente en la “necesidad de orar” al Padre y hay mil libros que podemos  hallar las más preciosas instrucciones de cómo hacerlo.
La pregunta de hoy es como un golpe de espada “¿por qué duermes si te he pedido que ores?”
Los durmientes no pueden conversar con Dios.
Hay tiempo para dormir.
Hay tiempo para orar.
Todo tiene un momento oportuno en la cantidad de tiempo que se nos otorga.

Simplemente en estos días que a los chilenos se nos obliga a estar de "retiro" hogareño un acto de amor, gratitud y batalla para no ser tentados con dudas u otras filosofías; un acto sencillo es:
Conversar con el Padre.
Hablar de todo lo que sucede, lo mío, lo de otro, lo de todo un país que sí necesita alguien que interceda por sus angustias, ese alguien es la Iglesia.
Soy  Iglesia
Eres  Iglesia.

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