Lucas 15:8
Una oveja perdida.
Una moneda perdida.
Dios valora su creación, animales, tierra, seres humanos.
Hay un gran contraste en el deseo de Dios cuando clama por boca de Jeremías: “¡Cómo perdió su brillo el oro! Hasta el oro más preciado se volvió opaco. ¡Las piedras preciosas sagradas yacen esparcidas en las calles! 2 Miren cómo los preciosos hijos de Jerusalén, que valen su peso en oro puro, ahora son tratados como vasijas de barro hechas por un alfarero común y corriente.” (Lamentaciones 4:1-2) y la alegría del cielo y los ángeles cuando “un pecador se arrepiente”.
Somos como ovejas, vulnerables y vulnerados.
Somos como pequeñas monedas que ruedan y quedan atrapadas en lugares oscuros.
Necesitamos ser encontrados.
Hay ángeles que saltarán de alegría cuando se produzca la reunión entre Dios y nosotros.
Ruego al Padre para que hoy te encuentre y te traiga al hogar.
(*) Tips lingüísticos: Dracma
https://www.bibliatodo.com/Diccionario-biblico/dracma
Una buen introducción a las Parábolas:
https://www.youtube.com/watch?v=iwMDNZztvvs
Historia de las monedas:
https://www.youtube.com/watch?v=z_oIx6CE-cU
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