Mateo 26:10
Mujer y buenas obras están históricamente unidas.
Fui a un Seminario de oración, me atrevo a decir que el 80% eran mujeres.
Una Chef (¡gracias hermana Pabla!) cocinó un delicioso almuerzo con su equipo, un par de varones ayudaban.
Las mujeres tienen ese don extraordinario de ver la necesidad ajena, ayudar al indefenso, ceder el asiento al anciano (sí, concuerdo contigo, algunos hombres también lo hacen), sonríen sin esfuerzo, preparan comidas que otros disfrutan y son capaces -como esta de la historia de hoy- de dar todo por amor.
“De cierto os digo que dondequiera que se predique este evangelio, en todo el mundo, también se contará lo que ésta ha hecho, para memoria de ella.”
Me gustan las historias, más si el Señor Jesús pone la nota exclusiva, eleva cualquier acto humano a la categoría de glorioso y la bendice con la inmortalidad.
Un vaso de perfume que se esparce como si hubiese llegado la primavera en pleno; todos perciben el aroma y el placer los trasporta a lugares desconocidos. Esa mujer que tenía guardado un perfume costoso espera la ocasión para usarlo.
Una fiesta es el momento adecuado.
Su Señor es la persona perfecta.
La certeza absoluta de agradar por agradar hace de ella una historia eterna.
¿Has hecho alguna vez un acto ilógico por amor?
¿Has dado algo sorprendente por un impulso?
¿Has oído que el cielo aplaude en las hojas doradas del otoño como respuesta a una canción que cantaste a todo pulmón?
Tal vez tu historia también esté escrita en "el libro de la vida" que se leerá en el futuro.
La historia completa:
https://www.biblegateway.com/passage/?search=Mateo+26%3A6-13&version=NTV
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