Si has viajado dentro o fuera de tu país podrás tener una visión de la naturaleza global, el color del mar en las diferentes playas, el cielo en sus diversas etapas, el verde disociado de las estaciones, la fuerza y claridad de los ríos, el tono de la tierra seca o mojada.
Si miramos con detención nuestro pequeño jardín o hemos contemplado los atardeceres, el cambio de las estaciones, la diversidad de las hojas o la maravilla del cuerpo humano podremos tener un vislumbre de lo complejo, múltiple, amplio y maravilloso que es el mundo donde habitamos.
Lamentablemente hemos perdido la facultad inicial de asombrarnos.
El asombro es una capacidad primitiva que debemos cuidar para descubrir la belleza de las cosas.
¿Sabemos cómo se sostiene la tierra en el universo?
Los libros pueden darnos medidas, distancias, kilómetros, pero es la observación diaria es lo que nos da el sentido de la fastuosa creatividad del Señor.
Y eso nos lleva directo a la admiración y respeto por el Creador y su creación.
» Solo yo soy Dios,
el Primero y el Último.
Fue mi mano la que puso los cimientos de la tierra,
mi mano derecha
la que extendió los cielos en las alturas.
Cuando llamo a las estrellas para que salgan,
aparecen todas en orden».
Isaías 48:12-13
Una página informativa sobre la estructura de la tierra:
https://www.meteorologiaenred.com/la-estructura-de-la-tierra.html
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