#Día 39:
¿No has visto cómo Acab se ha humillado delante de mí?
1 Reyes 21:29
Dios siempre ve el arrepentimiento.
Hay dos clases de arrepentimiento, uno externo que cumple la normativa, en este caso el rey de Israel rasgó sus vestiduras, se vistió de cilicio, ayunó y tuvo una actitud de humildad.
El arrepentimiento del corazón es un poco más profundo y traspasa la externalidad, restituye y corrige conductas impropias.
La conclusión de la vida de Acab, aun con su humillación personal se resume así: (A la verdad ninguno fue como Acab, que se vendió para hacer lo malo ante los ojos de Jehová; porque Jezabel su mujer lo incitaba.) 1 Reyes 21:5)
Muchas veces nos contamos historias a nosotros mismos de “ahora si voy a cambiar”, y sí, “ahora serviré al Señor” y el arrepentimiento puede sonar genuino a nuestros oídos.
Es por esa razón y conociéndose el salmista dice:
“Examíname, oh Dios, y conoce mi corazón;
Pruébame y conoce mis pensamientos;
Y ve si hay en mí camino de perversidad,
Y guíame en el camino eterno.”
Salmos 139:23-24
Que esta sencilla y sincera oración sea una bandera cada día en la toma de decisiones que hagamos como hijos de Dios.
Es solo Gracia.
Para leer la historia completa aquí:
https://www.biblegateway.com/passage/?search=1+Reyes+21&version=NBV
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