¿Quién repartió conducto al turbión, Y camino a los relámpagos y truenos, haciendo llover sobre la tierra deshabitada, sobre el desierto, donde no hay hombre, para saciar la tierra desierta e inculta, y para hacer brotar la tierna hierba?
Job 38:25
¿Quién abre una salida al aguacero
y señala el camino a la tormenta, para que llueva en el desierto, en lugares donde nadie vive, para que riegue la tierra desolada y haga brotar la hierba? Job 38:25 (DHH)
En el Norte de Chile se dice que el desierto avanza hacia el Sur por efectos de las sequías prolongadas.
Y de pronto vienen las lluvias y florece el desierto, fenómeno que atrae la atención del mundo.
Este pasaje de Job 38, si lo leemos lenta y concentradamente podremos extraer una verdad poderosa, Dios preserva su mundo y la naturaleza, aunque el hombre ha hecho miles de intentos por destruirla.
(de muestra un botón: ¿cuántos se han quejado por el retiro de las bolsas plásticas en el comercio?)
Reconocer que dependemos de Dios para recibir, aceptar y disfrutar los cambios del clima es un gran paso para la gratitud y la vida saludable de nuestra alma y espíritu. Como hijos de Dios somos cooperadores en temas de ecología y medio-ambiente. El mundo ha sido creado por nuestro Padre y nosotros gozamos de sus beneficios.
"Bendeciré al Señor en todo tiempo;
continuamente estará su alabanza en mi boca."
Salmos 34:1
¿Por qué florece el desierto?
https://laderasur.com/articulo/desierto-florido-como-se-produce-este-fenomeno-de-la-naturaleza/
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