Números 11:23
La comida entre los humanos es un asunto básico.
Cuando tenemos el pan necesario pedimos que tenga “algo adentro”.
No basta el “maná” de cada día.
Se añora otros sabores, más gourmet, más placenteros.
En pleno desierto, añoran la carne.
¿Por qué a las dietas se dice que tienen efecto rebote?
El delicioso sabor de la sal, la gozosa sensación del dulce.
Los israelitas pidieron carne como cualquier chileno lo hubiera hecho (a menos que fuera vegetariano).
Dios promete a Moisés que le dará carne, no un día ni dos, durante todo un mes.
“Dios no es hombre, para que mienta, Ni hijo de hombre para que se arrepienta.” (Números 23:19)
El Señor emplea métodos naturales o sobrenaturales para cumplir sus propósitos.
Necesitamos confiar en su Palabra, porque El tiene el poder y la capacidad de hacer posible lo que prometió.
La mano de Dios que alimentó un pueblo completo en el desierto es la misma que hoy nos alimenta
Personalmente –aun cuando hubo días de escasez-, nunca ha faltado un almuerzo en nuestra mesa ni el pan cotidiano.
Si te debates entre la fe y la duda, pido al Señor para que la fe salga vencedora en tu vida.
Dios es nuestro Proveedor.
Palabra del día: Gourmet
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